Enseñando la Fe
Mayo mes de la Virgen María
Mayo esta dedicado a la Virgen María, y la Iglesia nos invita a seguir la devoción del Santo Rosario en esta oración nos unimos a María Madre de Dios y Madre Nuestra para contemplar la Vida de su Hijo.
Así pues, en la Meditación de los misterios gozosos del Santo Rosario acompañamos a María y a San José desde el nacimiento de Jesús, y vemos como la Sagrada Familia obediente a la ley del Antiguo Testamento observa la ley de Dios. Así mismo, en la contemplación de los misterios Luminosos contemplamos la vida pública de Jesús y sus enseñanzas.
En los misterios Dolorosos nos unimos a la Virgen María para acompañar a nuestro Señor Jesucristo en su Santísima Pasión. Por medio de la meditación de estos misterios Dolorosos caminamos junto a María hasta el pie de la Cruz. En la Contemplación de los misterios Gloriosos nos unimos al gozo de María al contemplar la alegría de la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo su Hijo, y al gozo de los apóstoles al experimentar la venida del Espíritu Santo. Al mismo tiempo nos unimos a la alegría de la corte celestial al contemplar la asunción de nuestra Madre la Virgen María al Cielo.
El Rosario, en una oración de gran sencillez que profundiza en la vida de Cristo Jesús, aunque se distingue por su carácter Mariano, es una Oración centrada en Cristo Jesús y en el mensaje del Evangelio. En el Santo Rosario nos unimos a María Nuestra Madre que por la obra de la Encarnación redentora recibió a Jesús en su seno virginal. Cada vez que nosotros rezamos el Santo Rosario nos unimos al FIAT (hágase en mi según tu voluntad) de la Virgen María, al anuncio del Arcángel Gabriel. (Lucas 1, 38).
En el Rosario María nos ensena a contemplar el rostro de Cristo y nos invita a experimentar la profundidad de su amor hacia nosotros. A través de la recitación del Santo Rosario obtenemos abundantes gracias de Dios y las recibimos a través de las manos maternales de María madre de Jesucristo y madre nuestra.
Mis hermanos en Cristo, en este mes de mayo los invito a todos ustedes a que le abran las puertas de su hogar a la Virgen María, mediante la recitación del Rosario en familia. Ella es la mensajera que nos quiere dar a conocer a su Hijo, y qué nos trae las gracias que nosotros necesitamos.
Los invito a que en el santo Rosario le confíen todas sus penas de alma y cuerpo a nuestra Madre Santísima para que pueda infundir en ellas la fuerza y la gracia que cada uno de ustedes necesita. Confiados en que ella es nuestra Madre pidámosle que nos enseñe a ver a su hijo con los ojos de la Fe, para poder decir junto con ella, FIAT (hágase en mi según tu palabra).
Dios las bendiga a todas ustedes mamas por su incansable labor.