Enseñando la Fe
Transubstanciación
El Catecismo de la Iglesia Católica en el párrafo (1376), nos dice que durante la celebración eucarística después de las palabras de la institución pronunciadas por el sacerdote el Pan y el Vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo.
En la Consagración el sacerdote, con claridad, pronuncia las palabras del Señor para consagrar el Pan:
TOMAD Y COMED TODOS DE EL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERA ENTREGADO POR VOSOTROS.
Igualmente, consagra el Vino con las palabras:
TOMAD Y BEBED TODOS DE EL, PORQUE ESTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERA DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDON DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACION MIA.
Jesucristo Sacerdote, sirviéndose de las palabras de la Consagración pronunciadas por el sacerdote, convierte el Pan en su Cuerpo y el Vino en su Sangre.
En la Consagración Cristo se hace presente bajo las especies del Pan y del Vino. Es por eso que es importante que nosotros nos acerquemos con devoción a recibirlo en la Sagrada Comunión. Con la certeza que Jesús está realmente presente en la Eucaristía.
Es la Fe la que nos da la certeza que Cristo está presente en la Eucaristía. Y la Iglesia nos invita a acercarnos a dorador a Jesús Eucaristía en la Hora Santa en la cual Jesús está expuesto para qué podamos venir a adorarle. La Hora Santa es una oportunidad para venir y presentarle nuestras aflicciones, penas y alegrías a Jesús, y poder recibir las gracias necesarias para poder hacer su Divina Voluntad en nuestra vida diaria.
Pero esto se da a partir de la firme convicción que adquirimos a través de la Fe, para poder creer que es Jesús el que está presente bajo las formas del Pan y del Vino. Por lo cual es necesario que conozcamos en que momento durante la Santa Misa sucede este cambio llamado Transubstanciación.
Mientras continuamos caminando este camino de Fe durante el tiempo de Adviento pidámosle a Nuestra Madre la Virgen María que habrá nuestros ojos a la luz de la Fe, para que podamos reconocer a su Hijo en la Eucaristía durante este tiempo de Adviento y lo podamos ver a través de los ojos de la Fe.
Que Dios les Bendiga!
Fr. Barrera.