Febrero 2, 2020

Enseñando la Fe

Los Mandamientos de la Ley de Dios son diez:

Los tres primeros se refieren al honor de Dios y los otros siete, al provecho del prójimo.

El 1. Amaras a Dios sobre todas las cosas.

El 2. No tomaras el nombre de Dios en vano.

El 3. Santificaras las fiestas.

El 4. Honraras a tu Padre y a tu madre.

El 5. No mataras.

El 6. No cometerás actos impuros.

El 7. No robaras.

El 8. No darás falso testimonio ni mentiras.

El 9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.

El 10. No codiciaras los bienes ajenos.

Hermanos los diez mandamientos son el camino a seguir para llevar una vida en paz con Dios y con el prójimo. El cristiano que sigue los diez mandamientos agrada a Dios. A través de los mandamientos Dios nos indica el camino para encontrar la felicidad aquí en esta vida y alcanzar la vida eterna.  Los invito a que lleven una vida en paz, con Dios a través del cumplimiento de los diez mandamientos y los ensenen a sus hijos.

Que Dios los Bendiga.

Fr. Barrera  

Enero 19, 2020

Enseñando la Fe
EL ANGELUS
V. El Ángel del Señor lo anunció a María.

R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.

Dios te salve, María… Santa María…
V. He aquí la esclava del Señor. R. Hágase en mí según tu palabra.

Dios te salve, María… Santa María…
V. El Verbo se hizo carne.

R. Y vivió entre nosotros.

Dios te salve, María… Santa María…
V. Rogad por nosotros, Santa Madre de Dios.

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Enero 12, 2020

Enseñando la Fe
Comunión Espiritual
Creo, Dios mío, que estáis presente en el Santísimo Sacramento del Altar; os amo, os adoro y deseo recibiros; mas, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid por lo menos espiritualmente a mi corazón. Como si hubieseis venido, yo me abrazo y uno a Vos: No permitáis que jamás me separe de Vos. Así sea.
Para todos aquellos que no pueden recibir a nuestro señor en la Santa Eucaristía, consideren este acto de comunión espiritual.
Que Dios los bendiga!
Fr. Barrera

Enero 5, 2020

Enseñando la Fe

Consagración

Espíritu Santo, divino Espíritu de luz y amor, te consagro mi entendimiento, mi corazón, mi voluntad y todo mi ser, en el tiempo y en la eternidad. 

Que mi entendimiento este siempre sumiso a tus divinas inspiraciones y enseñanzas de la doctrina de la Iglesia católica que tu guías infaliblemente. 

Que mi corazón se inflame siempre en amor de Dios y del prójimo. 

Que mi voluntad este siempre conforme a tu divina voluntad. 

Que toda mi vida sea fiel imitación de la vida y virtudes de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El, contigo y el Padre sea dado todo honor y gloria por siempre.

Dios Espíritu Santo, infinito amor del Padre y del Hijo, por las manos purísimas de María, tu esposa inmaculada, me pongo hoy y todos los días de mi vida sobre tu altar escogido, el Sagrado Corazón de Jesús, como un sacrificio en tu honor, fuego consumidor, con firme resolución ahora más que nunca de oír tu voz y cumplir en todas las cosas tu santísima y adorable voluntad.

Mensaje Pastoral

Hermanos y hermanas, al comenzar un nuevo año, les quiero desear un feliz año 2020 a todos, que el Señor derrame sobre ustedes el regalo de su Espíritu Santo sobre cada uno de ustedes. Al comenzar este año nuevo, los invito a consagrarse al Espíritu Santo. En el boletín de esta semana encontraran el Acto de Consagración al Espíritu Santo.  

Que el Señor los Bendiga!

Fiat,

Fr. Barrera

Diciembre 22, 2019

Enseñando la Fe

Image result for the nativity of our lord
Los misterios gozosos están marcados por la alegría que irradia el evento de la Encarnación.
Meditar sobre los misterios gozosos es entrar en las causas últimas y el significado más profundo del gozo cristiano. Es enfocarse en el realismo del misterio de la Encarnación y en el oscuro presagio del misterio de la Pasión salvadora. María nos lleva a descubrir el secreto de la alegría cristiana, recordándonos que el cristianismo es, ante todo, evangelización, "buenas noticias", que tiene como centro y todo su contenido a la persona de Jesucristo, la Palabra hecha carne. Jesús  Salvador del mundo.
                                                              - Papa Juan Pablo II

Oración de Navidad

Humildes peregrinos Jesús, José y María, os ofrezco el alma mía, os ofrezco mi voluntad, mi mente, mi corazón, en una palabra, todo mi ser, como prenda de amor, para que tengáis posada, y pueda nacer en mi alma el Redentor.

Fr. Barrera

Diciembre 15, 2019

El Catecismo de la Iglesia Católica en el párrafo (1376), nos dice que durante la celebración eucarística después de las palabras de la institución pronunciadas por el sacerdote el Pan y el Vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo.

Enseñando la Fe
Transubstanciación

El Catecismo de la Iglesia Católica en el párrafo (1376), nos dice que durante la celebración eucarística después de las palabras de la institución pronunciadas por el sacerdote el Pan y el Vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo.

En la Consagración el sacerdote, con claridad, pronuncia las palabras del Señor para consagrar el Pan:
TOMAD Y COMED TODOS DE EL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERA ENTREGADO POR VOSOTROS.
Igualmente, consagra el Vino con las palabras:
TOMAD Y BEBED TODOS DE EL, PORQUE ESTE ES EL CALIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERA DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDON DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACION MIA.

Jesucristo Sacerdote, sirviéndose de las palabras de la Consagración pronunciadas por el sacerdote, convierte el Pan en su Cuerpo y el Vino en su Sangre.


En la Consagración Cristo se hace presente bajo las especies del Pan y del Vino. Es por eso que es importante que nosotros nos acerquemos con devoción a recibirlo en la Sagrada Comunión. Con la certeza que Jesús está realmente presente en la Eucaristía.


Es la Fe la que nos da la certeza que Cristo está presente en la Eucaristía. Y la Iglesia nos invita a acercarnos a dorador a Jesús Eucaristía en la Hora Santa en la cual Jesús está expuesto para qué podamos venir a adorarle. La Hora Santa es una oportunidad para venir y presentarle nuestras aflicciones, penas y alegrías a Jesús, y poder recibir las gracias necesarias para poder hacer su Divina Voluntad en nuestra vida diaria.


Pero esto se da a partir de la firme convicción que adquirimos a través de la Fe, para poder creer que es Jesús el que está presente bajo las formas del Pan y del Vino. Por lo cual es necesario que conozcamos en que momento durante la Santa Misa sucede este cambio llamado Transubstanciación.


Mientras continuamos caminando este camino de Fe durante el tiempo de Adviento pidámosle a Nuestra Madre la Virgen María que habrá nuestros ojos a la luz de la Fe, para que podamos reconocer a su Hijo en la Eucaristía durante este tiempo de Adviento y lo podamos ver a través de los ojos de la Fe.

Que Dios les Bendiga!
Fr. Barrera.

Diciembre 8, 2019

Enseñando la Fe

La Sagrada Eucaristía

El más grande de los siete sacramentos es la Sagrada Eucaristía. La Iglesia Católica enseña que en la Eucaristía, Nuestro Señor Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, está realmente presente bajo las apariencias del pan y el vino. Nuestro Señor no está simplemente simbolizado por el pan y el vino; ni está presente solo a través de la fe de los presentes. Más bien, las dos cosas materiales, pan y vino, se transforman completamente en el cuerpo y la sangre de Jesucristo, dejando solo sus apariencias sensibles. Así, a través de las palabras de consagración pronunciadas por el sacerdote, Jesús, sin dejar de estar presente de manera natural en el cielo, también está presente sacramentalmente, cuerpo, sangre, alma y divinidad, en muchos lugares del mundo.
La Eucaristía no es solo un sacramento sino también un sacrificio. En él, Jesús, actuando a través del sacerdote, hace presente de nuevo de manera no sangrienta el sacrificio que ofreció de una vez por todas al derramar su sangre sobre el Calvario. En la Sagrada Comunión, al obedecer la orden de Jesús de comer su carne y beber su sangre, los fieles también se unen espiritualmente con el mismo Jesús, y unen sus propias oraciones, obras y sufrimientos a su sacrificio perfecto.
 
Del catecismo de la Iglesia católica

Diciembre 1, 2019

Enseñando la Fe

Adviento Tiempo de Espera y Preparación
Al llegar el tiempo de Adviento, la Iglesia nos
invita a prepararnos para recibir el gran regalo de
la Salvación. Dios en su infinito amor y
misericordia busca la salvación de toda su
creación. Como consecuencia del pecado la
relación del primer hombre con Dios se rompe,
pero Dios en su infinito amor a la humanidad, y en
su infinita Sabiduría nos preparo el camino para
que todos podamos disfrutar de la Salvación a
través de su Hijo Jesús. Y podamos regresar al
orden y la finalidad por el cual fuimos creados,
que es la unión con Dios.
Al comenzar este tiempo de Adviento la Iglesia
nos invita a prepararnos interiormente para poder
contemplar el Misterio del Nacimiento del Niño
Dios.
El amor de Dios que nunca se cansa de buscar al
hombre, se hace visible en el gran Misterio de la
Encarnación del Hijo de Dios. En este misterio de
la Encarnación vemos la figura visible del Dios
vivo y verdadero, de la palabra que se, “hizo carne
y hábito entre nosotros.” (Juan 1,14).
En este tiempo de Adviento nosotros también
debemos prepararnos, como se preparó la
Santísima Virgen María, para recibir a su Hijo.
Debemos de unirnos a sus oraciones y a las
oraciones de la Iglesia para que Jesús pueda
encontrar un lugar en cada uno de nuestros
corazones. Donde el frio del pecado, la apatía, la

injusticia, y el egoísmo no le impida nacer, sino
más bien, donde el calor del Amor, la Fe, la
Esperanza y la Armonía familiar reinen para que
Él pueda encarnarse y nacer en cada uno de
nuestros corazones.
Mi oración, es que en este tiempo de Adviento nos
preparemos para poder así recibir al Hijo de Dios
en nuestros corazones y en cada uno de nuestros
hogares, ya que el tiempo de Adviento nos
anuncia la venida de Nuestra Salvación.
Que la gracia del Señor Jesús este con todos en
este tiempo de Adviento. Mientras nos unimos a la
oración de la Iglesia pidiendo, Ven, Señor Jesús.
Que Dios les Bendiga!
Esperemos el Nacimiento de nuestro Redentor
con alegría.

Fiat.
Fr. Barrera